¿Que es lo primero que te viene a la mente al escuchar la palabra Navidad?
Seguramente nieve, la familia, un árbol navideño adornado con bolas de cristal y guirnaldas, regalos, una mesa llena de comida riquísima o una casa con humo que sale de la chimenea, si te recuerda a eso es normal, a mi también me recuerda. Pero luego de estar en un mundo de fantasía vuelvo a la realidad.
Ahora imagina la Navidad realmente: Familias que no llegan a fin de mes con 2 hijos o mas, y no les pueden regalar nada, ni tampoco comida. O familias a las cuales les falta algún miembro, como padre, hijos, nietos...
La Navidad es algo comercial, te venden felicidad, cuando la mayoría de casas no la tienen. En mi casa estamos, mi padre, mi madre, mi hermana, mi gata y yo. Y nos queremos mucho, mucho, mucho. Pero en el lugar que vivimos no es que sea del todo acogedor. Vivimos en un barrio que aveces según en la hora que bajes a la plaza, te encuentras a pandillas de jóvenes bebiendo, fumando, o cualquier otra cosa. Además, mis vecinos son unos completos cabrones, se ponen a mover muebles a las 2 a.m.. A mi la Navidad me encanta, pero hace algunos años que tampoco recuerdo una Navidad bonita, porque claro, ahora con la crisis de España, es normal que pase esto. Mi padre trabaja en fontanería, electricista...etc, esas cosas. Y mi madre en un IKEA, y no está nada mal. Pero ahora en el trabajo que está mi padre, tendrán que cerrar la oficina porqué están en números rojos, y mi madre como es de esperar tampoco es que cobre un montón, así que imagínate mi Navidad, no es muy buena, pero tampoco me quejo, porque muchas otras personas si que lo pasan mal, no solo en Navidad, si no en todo el año. A mi claro que me gustan los regalos, a quién no. Pero Navidad solo es una fecha que se ha colocado en el calendario para tener vacaciones, nada más. Siempre dicen los mismo: En Navidad la familia está más unida y felices. ¿Ahora digo yo, acaso tu no estás cada día con tu familia durante la resta del año? Entonces Navidad no hace nada especial. Es una cosa que está en nuestra cabeza, no un echo.
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