domingo, 30 de noviembre de 2014

Bueno ya se que empece ayer mi blog, y todo lleva tiempo. Por eso aunque vea que nadie lo está leyendo, yo continuaré escribiendo a mi gusto. Hasta que alguien se anime, y escriba conmigo.

Capítulo 2
¿_____________________?
Iba caminando por la calle, para volver al orfanato, al girar la esquina de la tienda de comics vi que unos chicos me seguían por atrás. En mi vida los había visto, pero su ropa me sonaba de algo, y no me acuerdo. Al ser invierno oscurecía muy rápido, y na más eran las 6:30 que ya era de noche. Uno de los dos chicos llevaba capucha con un flequillo que no se le veía la cara. El otro era más bien rubio y tenía una sonrisa de psicópata. Me asusté, y aceleré el paso, no quedaba muy lejos mi "casa" (no se si puedo llamar así a un sitio donde muchas de esas personas me tratan como si fuera basura). Joder como me estaban asustando los chavales de atrás, me estaban asustando de lo lindo. Pasé por delante de una tienda, y aproveché para mirar en el reflejo y verlos mejor, y así intentar disimular. Cuando me fijé, el de la capucha llevaba una botella de cristal rota, como para cortar algo o alguien. El otro acababa de encenderse un cigarrillo, y quemó un papel que encontró por el suelo de la calle,  como para asustarme. Lo consiguió. Intenté ir por donde había más luz, pero al ser un barrio más bien pobre, ya podéis imaginar que no había mucha luz. Travesé la plaza, dónde al menos había un señor mayor paseando a su perro. Me quedé unos segundos al lado del señor sin que se diese cuenta, para que los chavales esos me dejaran en paz. Los chavales al ver que no me movía de ahí desistieron, se dieron media vuelta y se fueron. Pero antes de irse, uno de ellos, el del mechero, me hizo una señal, que siempre me acordaré. Tenía un osito de peluche pequeño. Como los que regalas a un niño pequeño para su cumpleañoss, y le compras un ostio. Pues un osos de esos. A continuación sacó una navaja del bolsillo, grande y brillante, y mirándome fijamente, le cortó la cabeza al oso, como diciéndome que yo era la siguiente. Me alivié bastante que se fueran, aunque me hubiese echo ese gesto, porque yo no podía continuar caminando así de rápido, ayer me torcí el tobillo en gimnasia y no podía correr mucho. Estaba ya muy cerca de casa, y llegué bien, a pesar del daño del tobillo. Entré por el patio trasero, colándome por la reja, sin que nadie me viera, en teoría no puedo salir del orfanato de 6-8 p.m. pero no dicen que no puedas salir sin que te vean, ni se den cuenta. Me introduje sin hacer ruido por la puerta de la cocina, en el interior estaba la cocinera, la llamábamos vikínga porqué siempre parecía enfadada y iba con un gorro de lana con dos cuernos que parecía de vikíngo,(nunca hablaba con nadie excepto con la Señorita Sulivers), estaba cocinando verduras, eso quería decir que esa noche tocaba puré de verduras. La Señorita Sulivers era la  gerente del orfanato una mujer de unos 50 años, arrogante con costumbres de la antigua usanza, con pintas de superioridad y con gafas pequeñísimas.( Joder, que fea era la cabrona). Pasé por la esquina de la cocina, sin que la Vikínga me oigá se. Luego subí las escaleras hasta llegar a mi habitación. Donde me encontré a Arthur y Gina jugando a cartas.
-¿Se puede saber de donde vienes? Ya es oscuro te podrían haber visto-Me dijo Arthur.
-Lo sé, pero no te preocupes tanto joder, nadie me a visto, y además tu no quieres que sea más culta? Pues a callar, porque he ido a ver "Lo que el viento se llevó".
Yo no es que sea mala con Arthur, si no que no quiero ser un ángel con él. Él es demasiado sensible, y por donde vivimos es mejor ocultar tus sentimientos y ser duro/a. Y por eso quiero que se acostumbre a este tono, y más adelante no sufra.
Arthur me miró con cara de cabreado.
-¿Has ido sin mí? Me dijiste que íbamos a ir a verla juntas-Se quejó Gina, pero con voz dulce y tranquila.
-No te preocupes Gina, tampoco es tan buena, nadie se creería esa mierda. Si quieres podemos ir a ver alguna que estrenen de terror. O una nueva que sacarán de "El Señor De los Anillos"
-No que luego me dan mucho miedo y no puedo dormir-Me contestó ella.
-Vale, pues la de "El Señor De los Anillos", que dicen que las otras entregas son increíbles.
-De acuerdo-dijo-pero si me da miedo alguno de esos bichos, dormiré contigo.
-Si no hay más remedio-repliqué.
 Ah, y sí, dormimos en la misma habitación, pero en camas separadas, así es la vida de un huérfano. Sin intimidad.
-Por cierto he pasado por la cocina, esta noche habrá crema de verduras.-Les informé con tono malhumorado.
-¡¿Joder otra vez?!-Se quejaron a la misma vez.
-Sí otra vez, parece que no haya más dinero para comer decentemente en esta casa, al final van a perjudicar nuestro crecimiento, con tanta verdura y poca carne- Dije con tono sarcástico.
-Cambiando de tema...Ya podríais limpiar un poco esta pocilga, Siempre dicen que la chicas tenéis la fama de ser mucho mas limpias y ordenadas que los chicos, no me creo ese comentario ni en coña.-Comentó Arthur.
-Sí, sí, la limpiaremos cuando los cerdos vuelen- Respondimos Gina y yo.
Nos empezamos a reír a carcajadas.
-Mira, me voy, tengo cosas mejores que hacer, y además me voy a DUCHAR, por si no sabéis lo que es- Dijo Arthur.
-Sí que SABEMOS lo que es, lo que pasa es que no somos unas locas de la limpieza y de el orden que tu, y además en la higiene somos muy limpias nosotras dos.-Le contesté. Y me reí.
-Lo que vosotras digáis- dijo con tono desganado. Abrió la puerta y se fue.
-¿Qué jugamos una partida a la baraja?-Le propuse a Gina.
-Por supuesto, contigo si que se juega bien, no con ese gilipollas que ya se enfada cuando pierde.
-No intentes ser ignorante Gina, no cojas mi ejemplo, a ti aún te queda mucho, y conmigo ya no hay remedio. Por cierto... has vuelto a hacer trampas, ¿no? Porque Arthur sabe  mucho mas de la baraja que tú y es mucho mas listo.
-Sí, pero el no lo sabe-se rió- así que no se lo digas porque me gusta joderle con cosas así.-Nos empezamos a reír.
-Gina, ¿que te he dicho?. Te he dicho que pares de decir tacos. No es tu rollo, ¿me has entendido?
Tacos aquí en el barrio podríamos considerar lo palabrotas. Aunque palabrotas suene mucho más fino, donde estamos, no es que la gente tenga mucha clase.
-Que sí, lo siento.-Me contestó Gina, con la cabeza bajada.
-Tampoco es para ponerse así, ya sabes que no quiero que te vuelvas "mala" para decirlo de esta manera. Tu eres un amor, y no te convendría ponerte en mal banda.-Le dije mientas la abrazaba.
A veces aunque nos insultemos y nos jodamos, siempre nos querremos. Y lo sabemos.












Si os gusta, hacérmelo saber  ≧◠‿◠≦


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