Capítulo 2
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Iba caminando por la calle, para volver al
orfanato, al girar la esquina de la tienda de comics vi que unos chicos me
seguían por atrás. En mi vida los había visto, pero su ropa me sonaba de algo,
y no me acuerdo. Al ser invierno oscurecía muy rápido, y na más eran las 6:30
que ya era de noche. Uno de los dos chicos llevaba capucha con un flequillo que
no se le veía la cara. El otro era más bien rubio y tenía una sonrisa de
psicópata. Me asusté, y aceleré el paso, no quedaba muy lejos mi
"casa" (no se si puedo llamar así a un sitio donde muchas de esas
personas me tratan como si fuera basura). Joder como me estaban asustando los
chavales de atrás, me estaban asustando de lo lindo. Pasé por delante de una
tienda, y aproveché para mirar en el reflejo y verlos mejor, y así intentar
disimular. Cuando me fijé, el de la capucha llevaba una botella de cristal
rota, como para cortar algo o alguien. El otro acababa de encenderse un
cigarrillo, y quemó un papel que encontró por el suelo de la calle, como para asustarme. Lo consiguió. Intenté ir
por donde había más luz, pero al ser un barrio más bien pobre, ya podéis
imaginar que no había mucha luz. Travesé la plaza, dónde al menos había un
señor mayor paseando a su perro. Me quedé unos segundos al lado del señor sin
que se diese cuenta, para que los chavales esos me dejaran en paz. Los chavales
al ver que no me movía de ahí desistieron, se dieron media vuelta y se fueron.
Pero antes de irse, uno de ellos, el del mechero, me hizo una señal, que
siempre me acordaré. Tenía un osito de peluche pequeño. Como los que regalas a
un niño pequeño para su cumpleañoss, y le compras un ostio. Pues un osos de
esos. A continuación sacó una navaja del bolsillo, grande y brillante, y
mirándome fijamente, le cortó la cabeza al oso, como diciéndome que yo era la
siguiente. Me alivié bastante que se fueran, aunque me hubiese echo ese gesto,
porque yo no podía continuar caminando así de rápido, ayer me torcí el tobillo
en gimnasia y no podía correr mucho. Estaba ya muy cerca de casa, y llegué
bien, a pesar del daño del tobillo. Entré por el patio trasero, colándome por
la reja, sin que nadie me viera, en teoría no puedo salir del orfanato de 6-8
p.m. pero no dicen que no puedas salir sin que te vean, ni se den cuenta. Me
introduje sin hacer ruido por la puerta de la cocina, en el interior estaba la
cocinera, la llamábamos vikínga porqué siempre parecía enfadada y iba con un
gorro de lana con dos cuernos que parecía de vikíngo,(nunca hablaba con nadie
excepto con la Señorita Sulivers), estaba cocinando verduras, eso quería decir
que esa noche tocaba puré de verduras. La Señorita Sulivers era la gerente del orfanato una mujer de unos 50 años,
arrogante con costumbres de la antigua usanza, con pintas de superioridad y
con gafas pequeñísimas.( Joder, que fea era la cabrona). Pasé por la esquina
de la cocina, sin que la Vikínga me oigá se. Luego subí las escaleras hasta
llegar a mi habitación. Donde me encontré a Arthur y Gina jugando a cartas.
-¿Se puede saber de donde vienes? Ya es oscuro
te podrían haber visto-Me dijo Arthur.
-Lo sé, pero no te preocupes tanto joder,
nadie me a visto, y además tu no quieres que sea más culta? Pues a callar,
porque he ido a ver "Lo que el viento se llevó".
Yo no es que sea mala con Arthur, si no que no
quiero ser un ángel con él. Él es demasiado sensible, y por donde vivimos es
mejor ocultar tus sentimientos y ser duro/a. Y por eso quiero que se acostumbre
a este tono, y más adelante no sufra.
Arthur me miró con cara de cabreado.
-¿Has ido sin mí? Me dijiste que íbamos a ir a
verla juntas-Se quejó Gina, pero con voz dulce y tranquila.
-No te preocupes Gina, tampoco es tan buena,
nadie se creería esa mierda. Si quieres podemos ir a ver alguna que estrenen de
terror. O una nueva que sacarán de "El Señor De los Anillos"
-No que luego me dan mucho miedo y no puedo
dormir-Me contestó ella.
-Vale, pues la de "El Señor De los
Anillos", que dicen que las otras entregas son increíbles.
-De acuerdo-dijo-pero si me da miedo alguno de
esos bichos, dormiré contigo.
-Si no hay más remedio-repliqué.
Ah, y
sí, dormimos en la misma habitación, pero en camas separadas, así es la vida de
un huérfano. Sin intimidad.
-Por cierto he pasado por la cocina, esta
noche habrá crema de verduras.-Les informé con tono malhumorado.
-¡¿Joder otra vez?!-Se quejaron a la misma
vez.
-Sí otra vez, parece que no haya más dinero
para comer decentemente en esta casa, al final van a perjudicar nuestro
crecimiento, con tanta verdura y poca carne- Dije con tono sarcástico.
-Cambiando de tema...Ya podríais limpiar un
poco esta pocilga, Siempre dicen que la chicas tenéis la fama de ser mucho mas
limpias y ordenadas que los chicos, no me creo ese comentario ni en
coña.-Comentó Arthur.
-Sí, sí, la limpiaremos cuando los cerdos
vuelen- Respondimos Gina y yo.
Nos empezamos a reír a carcajadas.
-Mira, me voy, tengo cosas mejores que hacer,
y además me voy a DUCHAR, por si no sabéis lo que es- Dijo Arthur.
-Sí que SABEMOS lo que es, lo que pasa es que
no somos unas locas de la limpieza y de el orden que tu, y además en la
higiene somos muy limpias nosotras dos.-Le contesté. Y me reí.
-Lo que vosotras digáis- dijo con tono
desganado. Abrió la puerta y se fue.
-¿Qué jugamos una partida a la baraja?-Le propuse
a Gina.
-Por supuesto, contigo si que se juega bien,
no con ese gilipollas que ya se enfada cuando pierde.
-No intentes ser ignorante Gina, no cojas mi
ejemplo, a ti aún te queda mucho, y conmigo ya no hay remedio. Por cierto...
has vuelto a hacer trampas, ¿no? Porque Arthur sabe mucho mas de la baraja que tú y es mucho mas
listo.
-Sí, pero el no lo sabe-se rió- así que no se
lo digas porque me gusta joderle con cosas así.-Nos empezamos a reír.
-Gina, ¿que te he dicho?. Te he dicho que
pares de decir tacos. No es tu rollo, ¿me has entendido?
Tacos aquí en el barrio podríamos considerar lo
palabrotas. Aunque palabrotas suene mucho más fino, donde estamos, no es que la
gente tenga mucha clase.
-Que sí, lo siento.-Me contestó Gina, con la
cabeza bajada.
-Tampoco es para ponerse así, ya sabes que no
quiero que te vuelvas "mala" para decirlo de esta manera. Tu eres un
amor, y no te convendría ponerte en mal banda.-Le dije mientas la abrazaba.
A veces aunque nos insultemos y nos jodamos,
siempre nos querremos. Y lo sabemos.
Si os gusta, hacérmelo saber ≧◠‿◠≦
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